Reiki y yo.

          Una pequeña historia de amor y sanación:


          Reiki. La Sagrada Energía del Amor Universal.

         Así rezaba el título de aquella portada de aquel libro que mis benditas manos encontraron en el mercadillo de Santa Lucía de Santiago de Chile un buen día de hace, creo recordar, 20 años.

Ha recibido otras denominaciones pero como me gusta decir, independientemente de las mismas, Reiki es reiki, es sentirlo, es experimentarlo, es vivirlo, es... amarlo.
Tras tantos años es lo que hago.Vivo Reiki, soy una mujer Reiki, confío en Reiki. Amo Reiki.

          Reiki, un regalo del Cielo. 

        Este fué el título de mi primer cartel publicitando mis tratamientos Reiki en un herbolario de Las Palmas de Gran Canaria, allá por el año 1.999.

                
         Y, haciendo más memoria, el primer cartel publicitario con mi nombre para pasar consulta de Reiki, esta vez en un herbolario de Murcia capital, decía así:
Ana Manuela García Contreras: Maestra de reiki y sanadora.
Por aquellos tiempos corría el año 1.997, año en el que recibí mis primeras iniciaciones en maestría reiki.

          Desde entonces,  y para siempre juntos: Reiki y yo. Sí, llevo Reiki en el corazón.